Testamento

Si me muero no me llores
Ríete como te has reído en mi vida!
No soy mas que fue cuando en tu pecho habitaba!
No te amo mas que amaba cuado me hacías creer en tu boca.
Me dejaste solo y te fuiste con tus palomas echas de fantasía.
Yo, que no era lo que me pediste, me quede solo, solamente solo.
Cuando te pedí la mano me diste la espalda,
Como quien da la indiferencia y se olvida del camino.
Si me muero no me llores,
Que tus lágrimas de acero nada mas son que cuchillos en mi memoria.
En mis oídos cantan aun la música fúnebre de tu risa.
Las olas del mar me traen tu olor pudre.
Pero, si algún día en tu pecho helado de sentimiento,
Crezca una rosa con espinos de humanidad.
Si, acaso mi nombre sea parte del tuyo,
Y mi cuerpo, la parte que te falta para seres mujer.
Llámame con tu voz de gaviota,
Con tu cuerpo de serena
Y yo prometo dejarme morir por tu canto!